Si hay un vino que me apasione y que me agrade saborear, oler y degustar más que beber, es el Extrísimo de Bach, por supuesto con D.O. Penedés.

Lo descubrí por casualidad, conociendo perfectamente la excelencia de los vinos del Penedés (para los tintos me quedo con los Somontano sin despreciar los Rioja y los Ribera del Duero, que conste).

Buscando un vino semi-dulce, no un blanco seco, de esos que te ponen en algunas bodas o comidas de empresas y que te «rascan» la garganta al tomarlo, di con él.

Su tono dorado me «habló», y monté una cenita de esas que me encantan con un buen vino, un poco de foie con compota de manzana, un quesito de Ronda, y algunos aperitivos de anchoas y ensalada a la antigua.

Me encantó… y desde hace años le soy fiel. Os invito a probarlo, es bien asequible, entre los 3,20€ y los 3,90€, nunca lo he pagado más caro ni más barato.

Su temperatura… frío, bien frío entre 8 y 10º.
Su uva… Xarel.lo i Macabelo

Como curiosidad os digo que la Masía de los hermanos Bach, construidas en 1918 fueron adquiridas por la familia Raventós (Codorniu) en el año 1975.
Aquí os dejo una fotografía del vino en cuestión y en un ratito os pongo una receta de foie para acompañar con este estupendo vino.