De toda la vida han cocinado nuestras madres y abuelas unas caseras y estupendas croquetas con la carne sobrante del puchero.
Una receta genial y sabrosa, deliciosa manera de aprovechar las sobras ycomo digo yo siempre «optimizar los recursos» ejeje.
De acuerdo estamos en que las congeladas son muy rápidas y socorridas, pero también lo podéis hacer vosotros mismos, hacer gran cantidad y congelarlas. Quedan perfectas y el sabor es incomparable a las precocinadas.
Ánimo y MANOS A LA MASA es un pequeño esfuerzo que vale la pena y se ve recompensado 🙂
Ingredientes: (4 personas)
1/4 carne de pollo ya cocida (sobrante del puchero o caldo).
5 CS de harina.
2-3 Vasos de leche.
1/2 cebolla.
Nuez moscada.
2 huevos.
Pan rallado.
Pimienta.
Aceite de oliva virgen extra y sal.
Elaboración:
Aprovechamos las sobras de un puchero. Desmenuzamos la carne de un muslo de pollo, muy chiquitito. Sacamos del puchero un trocito de zanahoria, un trocito de patata, una cucharada de garbanzos y lo machacamos muy bien con un tenedor.
Ponemos a calentar 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y sofreimos en él la cebolla picada muy fina.
Cuando esté pochadita añadir la harina con una pizca de sal. Dar un par de vueltas e incorporar la leche poco a poco para hacer una bechamel espesa.
Añadir el pollo, los ingredientes del puchero, una pizca de nuez moscada y de pimienta. Comprobamos el punto de sal. Seguimos removiendo a fuego lento hasta que notemos que la mezcla empieza a despegarse del fondo de la sartén al remover, cuando esté casi listo le añadimos medio vaso de caldo del puchero y terminamos de remover y espesar.
Apartar y dejar enfriar y reposar durante unas 6 – 8 horas cubierto con un trapo limpio o una tapadera.
Cogemos trocitos de masa y le damos forma con las manos mojadas para que no se nos pegue a los dedos. (si la masa está fría, estará más durita y se nos pegará menos)
Pasamos las croquetas por el huevo batido y por el pan rallado y freir en abundante aceite de oliva con el aceite muy caliente.
Una vez doraditas, sacar y colocar en un plato sobre papel de cocina para absorver el aceite restante.
Mi toque personal:
Además de incorporarle una «muestra» de los ingredientes del puchero, me gusta ponerle superpicado un trocito de tocino (una tirita de un dedo), pero muy muy finito y pequeño, que de algo de gustito y que no se note.
Nota:
Ya se que son muy laboriosas, y que las congeladas son baratitas y rápidas, pero chic@s no sabéis lo riquíiisimas, sabrosas y bien que salen estas, aprovechais la carne del caldo o del puchero y lo agradecerá el bolsillo y el estomaguito.
20-04-2009