En pleno centro de Marbella, junto al paseo marítimo y por debajo de Ricardo Soriano, está el Parque de la Constitución.
Hasta hace poco no éramos muy fans de este parque, en primer lugar porque nos coge de casa a esa distancia que si bajas andando, al volver ya te pilla regulín (y además subiendo una cuesta) y que si bajas en coche entre semana (al ser zona centro y poner hace un par de años una “fantástica” zona azul) o aparcas a tomar viento o te cuesta la molestia de estar pendiente de que no se te pase el ticket del aparcamiento, cosa que es un engorro.
Pero los niños crecen y llegan a esa edad en la que se montan en la bici/patinete/patines y se agradece un sitio cerrado donde puedan practicar su hobby favorito y éste parque lo es.
El parque es extenso de narices, tiene muchísimas zonas ajardinadas, zona de juegos, innumerables bancos, árboles que dan una necesaria sombra, unos limpios aseos… no se para que os cuento si lo mejor es verlo en fotos 😉
Para “colmo de males” descubrimos la cafetería de Antonio, que no se porqué mala casualidad habíamos cogido dos veces cerrada y pensábamos que en el fin de semana no abría, ERROR, está abierta, y bien abierta por Antonio que es una bellísima persona y siempre tiene una palabra amable para los niños… no sólo eso, si no que, además de paciencia y buen humor, también tiene juguetes, correpasillos, triciclos, pizarras y juguetes varios para que los peques se entretengan mientras los papis cafetean o cervecean al solecito, ya que está un pelín alejado de el área de juego del parque. Tiene también aseos y en el de señoras hay cambiador para los bebés y siempre lo he encontrado con una limpieza extraordinaria, incluso en hora “punta”.
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